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En la segunda legislatura, Javier ya se presentó como alcalde en la única lista que se presentó, una independiente. Comenta que el presupuesto del primer año fue de 8 millones de pesetas, justo para cubrir los gastos del secretario, su auxiliar y un alguacil que tenían, que era el cartero de Ibiricu. Egues no tenía industria, dependía de las ayudas del Gobierno de Navarra y era el Ayuntamiento con las contribuciones más bajas de Navarra, junto a la Ulzama. A los cuatro años, volvió a presentarse de nuevo, esta vez en unas elecciones con dos candidaturas, las dos independientes. Ya corría el rumor de que el Gobierno quería hacer algo en Mendillorri, pero ellos no sabían nada. A mitad de legislatura, se enteran por la prensa del proyecto de Mendillori, sin que el Gobierno les dijera nada en ningún momento. Empezaron con abogados para pleitear, el abogado de ellos era Juan Cruz Alli, mandando requerimientos y el Gobierno les decía que no había nada que hacer, que el proyecto era para vivienda social y que no iba a haber ningún tipo de cesión. Según Javier, todo era "ordeno y mando" y ahí empezó el "tira y afloja".