43 Un ritmo de vida más tranquilo

El padre no tenía reloj, se guiaban con la sombra que hacía el sol en la torre de la iglesia. A las cinco y media de la mañana iban al campo y a la una y media del mediodía comían. En verano se pasaban todo el día en el campo y comían allí.

secuencias de Pablo Martincorena Lizarraga