44 Caserío Elizmendi

En el caserío Elizmendi no tenían ni agua corriente ni luz eléctrica cuando Manu tenía ya 10 años. Consiguieron una luz de 12 voltios manipulando un motor de moto con un alternador. Tenían que recorrer 500 metros hasta la fuente para subir dos pozales de agua con un aro para beber. La madre, la Pepita, lavaba en el río y todo ello en un caserío que estaba a cinco kilómetros de Pamplona. Vivían allá arrendados y cuando consiguieron algo de dinero se compraron un piso en Olaz y pudieron respirar un poco. En el caserío vivían nueve personas, los padres, los cinco hijos, una tía y un pastor que les llevaba las 60 ovejas que tenían. La relación siempre fue muy buena. Recuerda como uno de los hijos, José Mari, iba en bicicleta del caserío a Sarriguren, dejaba allá la bicicleta por el barrizal que había y subía con ellos al colegio a Escolapios. Por la tarde bajaba y se quedaba a estudiar en Sarriguren porque en Elizmendi no había luz y ya de noche volvía a casa a dormir. Elizmendi está justo entre Sarriguren y Badostain y existe en la actualidad, ahora ya restaurado.